Me apetecía salir a tomar algo. Pasear por la playa y sentarme en un chiringuito a escuchar el mar, a sentir la brisa en mi cara, a perder el tiempo y no pensar en nada pero amaneció terriblemente nublado. En algunos momentos salió el sol pero mi pereza pudo conmigo y terminé tumbado en mi sofá blanco viendo MIRROR MASK y tomando un té.
Ha sido un fin de semana extraño, solo y viendo películas en casa. Como un viejo decrépito pero, la verdad, necesito un poco de tiempo para mí, para saber hacia dónde voy.
No me importaría ser Helena y cruzar al mundo de la fantasía durante unas semanas, tal vez unos meses.
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